La cocina y las líneas de código

Es importante recalcar que si bien la cocina y la programación tienen algunos puntos en común; tampoco estamos afirmando que un chef puede diseñar su propia app (lo cual es perfectamente posible), como tampoco estamos diciendo que las empresas de tecnología podrían obtener galardones del mundo gastronómico como una Estrella Michelin.

Son los enfoques similares en cuanto a los procesos y los asombrosos resultados que se pueden obtener como resultado de aplicar cambios y mejoras estratégicas.

Alguien que sepa de cerrajería mecánica puede abrir una cerradura digital, alguien que sepa pueda cocinar también puede saber programar. Ahora te contaremos en qué se parecen, y por qué.

Enfoques y perspectivas

A veces cuando cocinamos vamos corrigiendo el punto de sal para resaltar al máximo todos los ingredientes de nuestra preparación; esto se conoce como “enfoque de proceso”. En programación, utilizamos esta idea para determinar las acciones que debe realizar el software que estamos codificando para cumplir las tareas y objetivos planteados para el proyecto.

Por otra parte, la perspectiva de preparación de la cocina al momento de organizar los ingredientes en el llamado “misé en place” que garantiza no falte nada durante el proceso de cocina se asemeja  la codificación de diversas funciones inherentes al software que se diseña para hacer el llamado respectivo en las líneas de código a cada función en específico optimizando el proceso.

Mientras que cocinamos, vamos probando  la preparación para poder corregir sobre la marcha. Lo mismo pasa en programación, van compilando el programa para depurar errores presentes en las líneas de código para garantizar el funcionamiento óptimo.

Creatividad e innovación

Siempre estamos en la búsqueda de cosas nuevas que satisfagan nuestra curiosidad y sed de conocimiento, así como de sabores e ingredientes nuevos. En programación, vivimos bajo una constante actualización; pues los lenguajes de programación tienen que evolucionar para poder diseñar mejores aplicaciones y avanzar tecnológicamente. Esto requiere de innovar, de que un conjunto de personas coliden ideas en pro de un objetivo común: Satisfacer las necesidades del público; al igual que en la cocina todo el equipo de conmuta para satisfacer las necesidades de los comensales que llegan a sus mesas.

Combinar lenguajes, arquitecturas, es algo común en la programación; así como en la cocina es común la mezcla de técnicas y procedimientos para presentar en cada ocasión platillos únicos. Cada programador, como cada chef, tiene sus secretos y técnicas que ha desarrollado con el pasar de los años. Un programador siempre podrá convertirse en un excelente chef, pues su capacidad de organización, análisis, resolución de conflictos, son habilidades que desarrolló para poder adaptarse al mundo culinario; así como un chef podrá abrirse paso en el mundo de la programación por su sentido del orden, especial atención al detalle, garantizándole el éxito en esta área.

Si te dedicas a la programación, o a la cocina, esta es una invitación para que incursiones en alguno de estos dos mundos que tanta relación guardan entre sí aunque no lo parezca.